Últimos artículos

Listado de artículos

lunes, 21 noviembre 2022 10:49

Contenidos con etiqueta geriatría

Eliminar

.

Icono recomendación de lectura
07 - 06 - 2024

Terapia Ocupacional en geriatría

Categorías: Lecturas

El Servicio de Documentación del CRE de Alzheimer del Imserso recomienda cada viernes un libro relacionado con la enfermedad de Alzheimer u otras demencias. Rodríguez Martínez, M. C., Toledano González, A. y Bermúdez Bayón, U. (2019). Editorial Síntesis.   Este manual, diseñado para estudiantes y profesionales, describe cómo la terapia ocupacional geriátrica ha ido evolucionando durante los últimos años para lograr nuevos enfoques de intervención para todo tipo de población, tanto sana como con discapacidad. Por ello, los contenidos se estructuran de manera gradual, es decir, de más sencillo a más complejo, con el objetivo de que se puedan comprender mejor los procesos descritos y las nuevas intervenciones propuestas, entre las que se incluyen las nuevas tecnologías, la conducción y la terapia asistida con animales, entre otras. Podéis encontrar este título en la Biblioteca-Centro de Documentación del CRE de Alzheimer

viernes, 07 junio 2024 08:00

Médico y paciente
22 - 11 - 2018

Recursos en alzhéimer y demencia: Atención básica

Categorías: Divulgación

JOSÉ ANTONIO SÁNCHEZ MARTÍN | GERONTÓLOGO Y NEUROPSICÓLOGO Como profesional inmerso en el mundo de las demencias en muchas ocasiones sorprenden casos en los que la falta de información aún retrasa el diagnóstico y atención adecuados a las personas con enfermedad de Alzheimer o demencia. La indicación básica es que ante la aparición de los primeros síntomas detectables (fallos de memoria, leves episodios de desorientación, fallo importante de habilidades anteriores como el cálculo, etc.) se acuda al profesional de atención primaria. En estos casos y sin la menor duda se ha de realizar la primera evaluación. En esta primera evaluación puede no detectarse un síndrome de demencia, sino simplemente un deterioro cognitivo que aún no ha llegado a cumplir criterios específicos de enfermedad. En un segundo término y según la evolución de la persona, se ha derivar a la persona al profesional especialista que determine el sistema de salud público del entorno de la persona (neurólogo, psiquiatra o geriatra). En este caso se hará una valoración más exhaustiva y se tratará de llegar a un diagnóstico. En este momento, es donde se debe comenzar a preparar a la persona y familiares para conocer el alcance actual de la demencia, el pronóstico y las consecuencias a corto, medio y largo plazo de la atención, profesional y familiar. Es importante establecer un tratamiento farmacológico adecuado a la situación concreta de la persona con demencia, un seguimiento y controles periódicos determinados por el especialista de referencia. Y por otro lado, se deben dar indicaciones a los cuidadores informales o el entorno familiar de cuál es la realidad y en qué aspectos han de poner énfasis dependiendo de estado actual y la evolución. Estos aspectos serán muy variados, desde indicaciones en actividades de la vida diaria, prevención, seguridad, afrontamiento de la situación y planificación. Al igual que la atención sanitaria, existen recursos públicos de atención psicosocial que pueden ayudar a dar una atención adecuada ante la aparición de la enfermedad. Uno de los principales son los trabajadores sociales de los centros públicos de acción social de la zona, a través de los cuales se puede obtener información de los recursos disponibles y accesibles a la persona en su entorno. Además de en posteriores fases, ayudar a concretar gestiones que deberán realizarse con el tiempo. Concretamente, pueden informar de recursos como centros públicos locales, actividades o recursos específicos para personas con demencia. Que pueden ser desde centros de atención, dispositivos de prevención o/y tratamiento o actividades específicas promovidas por los servicios sociosanitarios de la zona. También sobre recursos como ayudas, subvenciones, subsidios, solicitudes de dependencia, etc. Que pueden determinar algunos de los recursos a los que va a poder acceder la persona. Por otro lado, es muy importante también el conocimiento de organizaciones cuyo objetivo es dar soporte a las personas y sus familiares con demencia. Pueden ofrecer recursos de todo tipo y en todos los ámbitos, desde tratamientos no farmacológicos, asesoramiento legal o de cuestiones administrativas, atención al cuidador, etc. Suelen ser asociaciones, fundaciones o instituciones promovidas por enfermos, familiares y personas o entidades concienciados con la enfermedad y en estrecho contacto con ella. También existen servicios privados que pueden ser contratados para estos casos. Desde una atención muy amplia hasta profesionales específicos (terapeutas, psicólogos, profesionales médicos, enfermería, etc.). En estos casos, en ocasiones se trabaja junto a las asociaciones de apoyo o por cuenta propia. No hay que olvidar, de ninguna manera, que el mejor contexto de cuidado es el propio contexto sociofamiliar de la propia persona. Es decir, además de tratamientos adecuados a la fase de la enfermedad de la persona, es recomendable que la persona siga inmersa en las actividades (con el apoyo adecuado) familiares, sociales e incluso profesionales o de ocio; todo lo que sea de interés para la persona. Así, se pueden potenciar la pertenencia o implicación en asociaciones culturales, de actividades para personas mayores, o temáticas dentro del interés personal de la persona. Este tipo de activación es tan importante como los métodos de estimulación cognitiva más elaborados y más que el tratamiento farmacológico actual más avanzada. Pues potencia las relaciones sociales y la activación emocional a todos los niveles (más íntimos – familiar – o más extensos – amistades o relaciones sociales). A largo plazo, los recursos de atención se ajustarán a las necesidades de la persona con demencia. Tanto a nivel farmacológico, no farmacológico como de prestación de servicios de atención sociosanitaria, pudiendo plantearse dependiendo de la situación general, desde atención especializada en su propia vivienda, el apoyo a los cuidadores familiares o el ingreso en recursos residenciales. En resumen, se disponen de recursos que en muchos casos no son conocidos por los afectados por la enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Existen recursos de atención pública que pueden facilitar el abordaje desde el momento de la detección hasta el tratamiento farmacológico, como la atención sanitaria; en este caso la atención primaria y la atención sociosanitaria. Por otro lado, existen también recursos sociosanitarios también públicos que pueden facilitar la adaptación a la enfermedad, indicados a través de los centros sociales de zona, y profesionales encargados de facilitar recursos concretos en el contexto de la persona (trabajadores sociales, educadores sociales, etc.). Asimismo encontramos organizaciones como asociaciones de enfermos, fundaciones, etc. que facilitan servicios especializados y en cualquier área de intervención sobre la enfermedad, que pueden ser accesibles y muy beneficiosos. Y por otro lado los servicios de profesionales o empresas que ofrecen atención de primera calidad por profesionales expertos en el área. El CRE de Alzheimer del Imserso, como referencia en la demencia en la información y en la intervención ofrece servicios en ambos sentidos. Para ello ofrece programas generales y específicos de información y formación, y programas de intervención con la persona con enfermedad de Alzheimer o demencia y/o su contexto sociofamiliar.

lunes, 07 noviembre 2022 10:54

07 - 11 - 2018

Palabra de experto: «Enrique Arriola Manchola»

Categorías: Divulgación

DOLOR Y DEMENCIA CRE DE ALZHEIMER | SERVICIOS DE REFERENCIA Vídeo resumen de la conferencia impartida por el geriatra Enrique Arriola Manchola, sobre «Dolor y demencia», en la que se dio a conocer la problemática del dolor en personas afectadas con demencias sobre todo en aquellas que no pueden expresar verbalmente la sintomatología dolor.

lunes, 07 noviembre 2022 11:53

Señora y su médica
06 - 06 - 2018

Prevalencia y concordancia entre diagnóstico clínico y anatomopatológico de demencia

Categorías: Divulgación

BEATRIZ GRANDAL LEIROS | SERVICIO DE GERIATRÍA, HOSPITAL UNIVERSITARIO NUESTRA SEÑORA DE CANDELARIA, SANTA CRUZ DE TENERIFE La población española, como el resto de la población mundial envejece y con dicho envejecimiento aumenta la prevalencia de demencias. Estas tienen graves consecuencias sobre los pacientes y sus familias pero también sobre el sistema sanitario y la economía. Existen diferentes tipos de demencias, el desarrollo de la inmunohistoquímica permitió clasificarlas en función del depósito cerebral de una proteína que sería la responsable de la activación de diferentes mecanismos patogénicos y diferente sintomatología. Pero, en práctica clínica, lo habitual es la comorbilidad cerebral, es decir el depósito de proteínas puede ser múltiple y coexistir con patología cerebrovascular. Probablemente sea por dicha comorbilidad por la que usando las herramientas actualmente disponibles (historia clínica, exploración neuropsicológica, analítica y pruebas de neuroimagen), no siempre podemos encuadrar a nuestros pacientes dentro de los criterios diagnósticos de cada tipo de demencia. Aunque no dispongamos de fármacos con un impacto dramático sobre el curso de la enfermedad, un correcto manejo terapéutico ayuda a enlentecer su progresión y mejorar la calidad de vida del paciente. En la Clínica Psicogeriátrica Josefina Arregui nos propusimos hacer una revisión crítica de nuestro trabajo y para ello empleamos los datos de 114 cerebros donados por pacientes con demencia. El objetivo era conocer mejor a nuestros pacientes, la frecuencia de cada demencia en la practica clínica y la concordancia entre nuestro diagnóstico clínico y el anatomopatológico. Para ello contamos con la colaboración del Banco de tejidos Neurológicos de Navarra donde se realizó el examen de las muestras. Al analizar los datos observamos que los diagnósticos más frecuentes tanto a nivel clínico como anatomopatológico fueron Enfermedad de Alzheimer y Demencia Mixta pero la prevalencia se invirtió pasando de un 39 y 18% a nivel clínico a un 22 y 34% a nivel anatomopatológico. Hasta en el 53% de los cerebros hallamos patología cerebrovascular concomitante y en un 11% depósito de cuerpos de Lewy. La concordancia entre el diagnóstico clínico y el anatomopatológico fue de un 62%, es decir, casi un tercio de nuestros pacientes no tenían un diagnóstico certero en vida. La principal causa fue el infradiagnóstico de la patología cerebrovascular a lo que pudo haber contribuido el disponer únicamente de tomografía axial computerizada como prueba de neuroimagen. No evidenciamos que disponer de más pruebas complementarias, el menor deterioro cognitivo al diagnóstico o un diagnóstico más precoz en cuanto al tiempo de evolución, mejoraran nuestra concordancia diagnóstica. No obstante, no hay que perder de vista que con frecuencia fueron los pacientes con manifestaciones clínicas atípicas a los que se les solicitó la donación de tejido neurológico. Sabemos que los resultados solo reflejan como trabajamos en nuestro centro y que no son extrapolables, pero a pesar de ello, creemos que este trabajo nos ayudará a todos a reflexionar sobre como abordamos las demencias en la práctica clínica habitual y qué hacer para mejorar.

lunes, 07 noviembre 2022 13:10

Manual terapéutico en geriatría
16 - 02 - 2018

Manual terapéutico en geriatría

Categorías: Lecturas

Este manual está concebido como una guía de consulta rápida para el tratamiento de las afecciones más frecuentes en pacientes mayores, y pretende paliar la escasez de guías terapéuticas prácticas de bolsillo disponibles en el mercado. RECOMENDACIÓN BIBLIOGRÁFICA DE LA SEMANA MARÍA PÉREZ HERNÁNDEZ, LUIS ALFONSO CAMBRE MARTÍN DOCUMENTALISTAS Sociedad Española Geriatría y Gerontología. (2017). Manual terapéutico en geriatría. Madrid: Médica Panamericana. Difundir el conocimiento de la geriatría incide de forma directa en la mejora de la atención al anciano. Este manual está concebido como una guía de consulta rápida para el tratamiento de las afecciones más frecuentes en pacientes mayores, y pretende paliar la escasez de guías terapéuticas prácticas de bolsillo disponibles en el mercado. Con un claro enfoque práctico y asistencial recoge el abordaje de los problemas más relevantes del paciente geriátrico. Todos los capítulos han sido revisados por especialistas de cada bloque y por un geriatra, quien introduce y contextualiza cada capítulo. Se aporta información útil en el manejo terapéutico de todas las áreas descritas, aportando una miscelánea que incluye las principales escalas e instrumentos de valoración geriátrica. Podéis encontrar este título en la Biblioteca-Centro de Documentación del CRE de Alzheimer

jueves, 03 noviembre 2022 13:23

24 - 02 - 2016

Demencias y alzhéimer (II)

Categorías: Opinión

LEONARDO STREJILEVICH GERIATRA Los profesionales médicos de la Atención Primaria de la Salud (APS) deben sospechar la existencia de deterioro cognitivo y/o demencia ante la observación de quejas de memoria, cambios conductuales y dificultades para la ejecución de las actividades de la vida diaria (AVD) avanzadas e instrumentales, realizando test mentales e inicio de exploraciones complementarias para poder formular una orientación diagnóstica y derivar a los especialistas según los resultados. Se recomienda el control de los factores de riesgo vascular (hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia, obesidad, sedentarismo) y los hábitos de vida saludables (consumo de ácidos grasos omega-3, realización de ejercicio físico y mental) por la clara evidencia que existe sobre su beneficio en otros aspectos de la salud, aunque su posible beneficio sobre la reducción del riesgo de demencia no tiene al momento con apoyo de estudios apropiadamente diseñados comprobación evidente de su influencia. Conviene evaluar el impacto del deterioro cognitivo sobre las actividades de la vida diaria, dado que su afectación constituye un criterio diagnóstico de demencia y condiciona el posterior manejo de estos pacientes. Debe realizarse una exploración física general y neurológica en los pacientes con demencia para detectar comorbilidad y signos neurológicos asociados que pueden ayudar al diagnóstico diferencial de algunos subtipos de demencia. Además de usar los criterios clínicos, los pacientes con quejas cognitivas deben ser evaluados mediante pruebas de cribado de cognición global, baterías neuropsicológicas, instrumentos cognitivos cortos focalizados en aspectos concretos de la cognición y/o cuestionarios estructurados normalizados para cuantificar el grado de deterioro cognitivo. El diagnóstico de demencia debe incluir una evaluación cognitiva objetiva formal. En todos los pacientes evaluados por posible demencia, deben realizarse pruebas de laboratorio: hemograma, TSH (estudio de la glándula tiroides), electrolitos, calcio, glucosa, niveles de folatos y de vitamina B12, sífilis y VIH para descartar causas potencialmente reversibles de demencia y para el cribado de comorbilidades. En algunos casos puede usarse la determinación de T-tau, A-42 y P-tau en LCR como prueba complementaria en casos de diagnóstico diferencial dudoso entre enfermedad de Alzheimer (EA) y otras demencias. No se recomienda su uso rutinario en el diagnóstico de la demencia. El uso de la neuroimagen estructural por medio de la tomografía axial computarizada (TAC) y la resonancia nuclear magnética (RNM) son herramientas complementarias muy útiles en el diagnóstico inicial de la demencia, sobre todo para identificar lesiones tratables por cirugía y enfermedades vasculares. Los profesionales de la salud y servicios sociales deberían conocer mejor la problemática de sus pacientes afectados de demencia para poder dar respuesta a sus demandas y conocer las tareas que realiza el cuidador, el tiempo que invierte en ello, el ámbito donde vive, y el costo que supone para la familia. Es recomendable favorecer el acceso a los servicios sociales y facilitar sus prestaciones para dar soporte adecuado a la labor cuidadora de las familias que atienden a personas con demencia. Se deben extremar las medidas de soporte que permitan facilitar que las personas con demencia permanezcan en su domicilio. Para asegurar la continuidad asistencial sanitaria y social en la atención de las personas afectadas por demencia y sus familiares, es recomendable que a lo largo de todo el proceso exista coordinación entre los diferentes niveles asistenciales, servicios sociales y recursos comunitarios. Hasta este momento se recomiendan los fármacos inhibidores de la acetilcolinesterasa (IACE) para el tratamiento específico y sintomático de la EA de leve a moderada como el donepezilo, rivastigmina y galantamina que no muestran diferencias entre ellos, respecto a los perfiles de eficacia y seguridad. En muchos casos se puede utilizar la memantina sola o asociada como tratamiento específico de la EA de moderada a grave en monoterapia o en combinación con IACE. No hay que infravalorar la aplicación de terapias no farmacológicas, que han demostrado ser eficaces en el tratamiento de la enfermedad, pero si la situación se vuelve insostenible para el cuidador, será necesario combinar estas terapias con los tratamientos farmacológicos indicados. La demencia es un proceso dinámico, que a medida que avanza compromete y obliga más al cuidador. Es recomendable valorar cuidadosamente la carga que soporta el cuidador principal y el apoyo que recibe en su labor de cuidar. Si la carga es excesiva, es conveniente establecer las medidas oportunas para evitar que se resienta su salud física y psicológica y con ello aparezca el riesgo de claudicar. Es necesario que el profesional de la salud, los servicios sociales y la sociedad en general se preocupen y tomen conciencia del maltrato que sufren muchas personas mayores afectadas o no de demencia. Es un problema personal, familiar, intergeneracional, de salud, de justicia y de derechos humanos. Su detección permite establecer estrategias de prevención, cambio de actitudes y promover soluciones. Los profesionales de la salud y servicios sociales han de estar formados, sensibilizados y comprometidos con esta problemática. La problemática de las demencias debe incluir diversos aspectos: áreas clínicas: prevención, detección, diagnóstico, consejo genético, tratamiento farmacológico y no farmacológico, pronóstico, recursos sociosanitarios y ayudas, seguimiento y atención al final de la vida. Cuidadores familiares y profesionales: información y formación al cuidador. El cuidador coterapeuta. Necesidades y cargas del cuidador. Cuidar al cuidador. Tiempo libre. Asociacionismo.

domingo, 06 noviembre 2022 10:40

— 6 Resultados por página
Mostrando el intervalo 1 - 6 de 11 resultados.

Etiquetas

jueves, 17 noviembre 2022 18:15

Cargando...
Cargando...

Cargando...

Visítanos

Entradas recientes

lunes, 26 septiembre 2022 16:32

Servicios